El cine en el aprendizaje de los niños
Utilizar
el cine en las aulas no se hace por simple juego, ni por entretenimiento, ni
tan siquiera como un instrumento didáctico más. El cine tiene el valor en sí
mismo de ser trasmisor de dramas humanos. Desde sus inicios, los relatos que
cuenta el cine han afectado a generaciones de personas mediante sus argumentos,
sus contenidos, sus imágenes y sus ideas. El cine es cultura popular, arte y
espectáculo. Las tramas y los temas del cine pueden y deben ser llevados a las
aulas como elemento reflexivo y, por ende, orientador de comportamientos. En
este artículo se presentan algunas pautas para utilizar el cine en las aulas y
se fundamenta su necesidad e importancia en la función orientadora. Se incide
en el valor de aprender de los otros, en la importancia del análisis de
películas, en la introducción en los grandes temas que trata el cine y en su
importancia en la adquisición de la sensibilidad hacia valores expresivos,
cognoscitivos y creativos.
«Nosotros
hemos dicho mentiras. Usted, medias mentiras. Un hombre que dice mentiras, como
yo, tan sólo oculta la verdad. Pero un hombre que dice medias mentiras, no sabe
dónde está la verdad» (Claude Rain en Lawrence de Arabia).
«…lo
que al cine interesa, mucho más que las realidades que muestra un documental,
es un drama humano, algo que le pasa a alguien, con argumento; ficción con los
caracteres que tiene forzosamente la vida humana» (Julián Marías).
«Quien
controle el cine controlará el medio de influencia más poderoso» (Edison)
«La
belleza de tu film no estará en las imágenes sino en lo inefable que ellas
desprenderán» (Robert Fresón).
¿Qué
valores aporta el cine actual a los jóvenes?. ¿Cuáles son los modelos que el
cine trasmite a jóvenes y adolescentes?. Estas preguntas me las hicieron hace
unos meses en un debate televisado. Es difícil responder a ellas, pues para
conocer la repercusión que realmente ejerce el cine sobre la juventud y la
adolescencia es necesario, con anterioridad, disponer de información sobre la asistencia
al cine de una amplia muestra de jóvenes de diversos niveles y características.
En una reunión con jóvenes, hace pocos días, descubrí con sorpresa que, de
treinta, solamente siete habían ido al cine alguna vez. No hace mucho, una
joven licenciada universitaria, me dijo, en una clase en la que trabajamos con
el film El pequeño salvaje, de Trufaos, que era la primera película
en blanco y negro que veía. Los datos de primera mano, en mi caso, no son
demasiado alentadores.
Tras
varias décadas en las que los espectadores, fundamentalmente los jóvenes,
dejaron de acudir a las salas cinematográficas, se aprecia en la actualidad un
aumento sustancial en las personas que acuden al cine, prioritariamente gente
joven. Cierto es que las películas a las que acude la mayor afluencia de
espectadores son las de acción, las de terror, aquellas en las que predominan
los efectos especiales, o películas de aluvión, como las dos películas de
Torrente, que con su humor grosero, desenfadado y violento, caen muy bien a una
gran parte de la juventud española. Otras películas, por su repercusión
mediática, la fama de sus actores o el afecto que crean en la juventud, llevan
a los jóvenes a las salas cinematográficas. Es el caso del film Los
Otros, de Amenábar que ha supuesto todo un record de taquilla para una
película española.
No
podemos dejar de tener en cuenta que las formas de presenciar el cine han
cambiado sustancialmente. Antes se veía una película y, tal vez, ya no se
volvía a ver. Quedaban los recuerdos, con lo que ello conlleva de poso en el
comportamiento, de profundización nostálgica, y por lo tanto de incidencia
constante en la conducta. Hoy todo es rápido, vertiginoso, las películas se ven
en la pequeña pantalla mientras se realizan otras actividades, el recuerdo es
poco duradero, se desestima la reflexión sobre la imagen.
Sin
embargo, los modelos humanos que apreciamos, se siguen dando más desde la
televisión que en el cine. Es la televisión la que incide realmente en la
sociedad, la que con mayor fuerza aporta cultura y costumbres, creando
movimientos de opinión y de comportamiento. Fenómenos como los de Operación
Triunfo, o Gran Hermano, son característicos del negocio
televisivo. En cuanto al cine, nuestros jóvenes se pegan más a las series de
televisión ya sea nacional o norteamericana que a una película, que no deja de
ser un espectáculo pasajero. Es la televisión, donde los jóvenes ven el cine,
la que realmente integra y desintegra los valores culturales, la que repercute
en la vida ciudadana y la que, por ende, incide en los cambios culturales.
Alrededor de la televisión se crean además modelos familiares de
comportamiento, pues tanto le sirve a un joven de modelo humano el protagonista
o la protagonista de una serie juvenil como ver a su padre todo el día pegado
al televisor, adicto al fútbol o dominando el zapping.
El
cine, para que incida de alguna forma en la cultura juvenil, y por tanto sea
vehículo o cauce de reflexión para la trasmisión o crítica de los valores, debe
ser trabajado independientemente de la parrilla televisiva. Bien sea llevando a
los jóvenes al cine, a la sala cinematográfica, o mediante el vídeo, una forma
más eficaz ya que permite reunir grupos, analizar los films y trabajar sobre
sus contenidos.
Las
preguntas con las que iniciaba este artículo podrían enunciarse resumidas en
estas: ¿qué se puede hacer para que los jóvenes aprendan a ver cine? ¿cómo
analizar el cine para que la juventud se inicie en el debate crítico sobre
comportamientos y conductas que están presentes en el cine?.
Analizar
las películas
El cine
es un medio de comunicación y por tanto es necesario interpretar sus resultados
para descubrir qué es lo que nos quiere comunicar. Una película se compone de
millones de elementos diferentes que en su conjunto, forman una narración con
posibilidad de múltiples y variados comentarios y reflexiones. Como todo
relato, una película utiliza técnicas que hay que conocer, descubrir e
interpretar para que los mensajes lleguen a nosotros de la forma más parecida a
como pretenden quienes han realizado la película.
Una película no basta con verla. Hay que
analizarla con ojo crítico con el fin de sacarle todo el partido posible, para
comprenderla mejor y valorar el cine como contador de historias, como
transmisor de valores y como portador de artede
conocimientos.
En el
cine, además, se dan muchas y muy características formas de contar las
historias. La mayoría de ellas tienen que ver tanto con el argumento como con
la manera de situar los planos, de mover la cámara y de utilizar el sonido. Analizar
la actuación de los protagonistas y muchos otros factores, que no solamente
indican cuál es el mensaje de la película o de cada secuencia, nos enseñan a
ver cine. Cuando se ve una película con elementos de juicio se le encuentra
mayor sentido.
No cabe
la menor duda de que con una película en las aulas pueden realizarse multitud
de actividades. La película puede utilizarse como medio de iniciación al
lenguaje en general y al lenguaje cinematográfico en particular. Si los alumnos
ya están familiarizados con ello, lo que se puede hacer es leer, estudiar e
interpretar la película y, si es posible, investigar sobre su entorno, sus
características principales y llevar la película a situaciones didácticas
relacionadas con otros conocimientos.
La tv en el aprendizaje de los niño
Debo decir, para empezar, que el
tiempo que puede ver la tele un niño pequeño debe ser limitado y
adecuado a cada edad. Y que no debe substituir a las actividades de juego y
experiencia que los niños necesitan para su correcto desarrollo psicológico y
corporal.
La televisión, en exceso, puede
tener efectos perjudiciales en el desarrollo de los niños y siempre
hay que tener presente que lo que necesitan es la atención de un adulto que les
acompañe en sus emociones y descubrimientos.
Sin embargo si hemos decidido tener televisión en casa y
dejar que los niños la vean, seguro que podemos sacarle provecho como
elemento de diversión y de educación. En el mundo de las nuevas tecnologías
podemos aprovecharlas para sacar lo mejor de ellas y la tele es también una
ventana al mundo y un elemento que, bien utilizado, nos sirve para ampliar su
educación.
Consejos indispensables para ver la tele con los niños es
que siempre un adulto vea la televisión con ellos, evitar usarla como
niñera, seleccionar los programas con cuidado, usar preferentemente
vídeos para no exponerlos a la publicidad o contenidos inadecuados y nunca
poner la tele en el cuarto infantil.
No deberíamos tener la televisión puesta de fondo si no
estamos programando un rato para verla y deberíamos, sobre todo, evitar que
esté encendida con los niños en casa, pues muchos contenidos son inadecuados
para ellos. Sobre todo, no poner telediarios, programas de debate o entretenimiento
adultos y películas con violencia. Pero cuidado, en cualquier momento, si la
tenemos puesta incluso en horario infantil, pueden verse expuestos a anuncios o
tráiler que no deberían ver. Por tanto, si usamos la tele, siempre
elegir los programas y preferir los videos siempre que sea posible.
El Nintendo en el aprendizaje de los
niños
videojuegos han adquirido un papel importante en el entretenimiento de millones
de niños. Muchos son los especialistas de la salud que advierten sobre los
efectos negativos de pasar largas horas sentados frente a la pantalla del
ordenador, aislados de la realidad. Sin embargo, los videojuegos también pueden
ayudar a los niños en su desarrollo intelectual y emocional. En elbebe.com
queremos advertir a los padres sobre sus posibles peligros, pero también
consideramos importante destacar algunos de sus beneficios.
Los padres
nos preguntamos si no sería mejor que le compráramos a nuestro hijo juguetestradicionales,
libros, manualidades… con el fin de evitar que el niño esté todo el día sentado
frente a una pantalla.
No obstante
vivimos en un mundo cada vez más virtual, marcado por el uso de las nuevas
tecnologías. Y nuestros hijos deberían aprender a desenvolverse y a manejarse
en este nuevo escenario.
En este
artículo sobre los videojuegos para niños:
- Riesgos de los
videojuegos para los niños
- ¿Cuál es el papel de
la tecnología en el aprendizaje infantil?
- Beneficios de los
videojuegos para los niños
Se ha
hablado mucho de los riesgos y los efectos negativos de los videojuegos sobre
el desarrollo de los niños. Hasta el punto de que, uno de los
entretenimientos favoritos de muchos niños, ha llegado a verse como una
amenaza para su salud. Esto da lugar a muchas dudas en los padres: queremos que
nuestros hijos se diviertan, pero no poner en riesgo su salud.
Entre los
principales riesgos de los videojuegos para los niños hay que destacar
dos:
1. El
sedentarismo
Los niños
pasan cada vez más tiempo sentados frente a la pantalla del ordenador. Esto
hace que muchos de ellos tengan hábitos de vida cada vez más
sedentarios. El sedentarismo es uno de los factores que propician la
aparición de la obesidad, un problema
fácil de prevenir con unas pautas sencillas, como hacer algo de ejercicio, pero
difícil de atajar una vez que aparece.
2. El
aislamiento social
Los humanos somos
seres sociales por naturaleza. Necesitamos relacionarnos con los otros para
asegurar nuestra supervivencia. Los videojuegos nos aíslan del mundo exterior y
nos atrapan en una realidad virtual. Los niños cada vez juegan menos con sus
homólogos en el parque. El entretenimiento es cada vez más individual,
pero mucho más virtual.
En
definitiva, no es necesario prohibir a los niños que jueguen con videojuegos.
Para evitar estas situaciones, basta con limitar las horas de juego (ej.
no más de una hora) o apuntarles a alguna actividad extraescolar deportiva,
como fútbol o vóleibol. Así, además de hacer ejercicio, conocerán a otros niños
y aprenderán los valores del juego en equipo.
Un número
creciente de expertos en educación y aprendizaje insiste, desde hace algún
tiempo, en la necesidad de introducir las nuevas tecnologías en las aulas,
desde primaria hasta el fin de la escolarización. Y algunas voces se atreven
incluso a hablar de los beneficios de los videojuegos para el
desarrollo intelectual y emocional de los niños.
Una de estas
voces es la de Marc Prensky, especialista en educación y
aprendizaje, volcado desde hace años en explicar que los métodos educativos
tradicionales (libros de texto, clases magistrales, deberes para casa… etc.) no
se adecuan a las necesidades ni a la forma de entender el mundo de los niños de
hoy.
En la actualidad
hay muchos niños mal diagnosticados de déficit de atención. Prensky afirma que,
detrás de algunos diagnósticos precipitados de TDA (Trastorno por Déficit de
Atención) no hay más que un niño que “simplemente, no estaba
escuchando”.
La falta de
atención de algunos niños en la escuela podría deberse a que los métodos
educativos empleados consiguen desmotivar a los niños, a quienes
les resultan quizá demasiado ajenos, como si fueran de otra época.
Los
videojuegos permiten a los niños correr riesgos cuyas consecuencias sólo se
dejan notar en el juego. De modo que se acostumbran, sin exponerse a un peligro
real, a tomar decisiones difíciles de manera rápida y a resolver
problemas en situaciones de tensión.
Todo ello les
prepara para convertirse en el futuro en mejores profesionales. Esto es uno de
los aspectos positivos para el desarrollo intelectual y emocional de los niño, que ha señalado recientemente
Prensky.
Hoy en día,
padres y profesores expresan su preocupación por la falta de hábito de lectura
de sus hijos y alumnos. Los videojuegos de hoy se parecen mucho más a los
libros de lo que los padres creemos. Aunque en el videojuego, la historia
de desarrolla conforme el jugador va superando las pantallas, comprometiéndole
hasta el desenlace, como en los libros.
La diferencia entre los videojuegos y los libros
es que mientras el lector permanece pasivo, en el videojuego se trata de La
diferencia entre los videojuegos y los libros es que mientras el lector
permanece pasivo, en el videojuego se trata de resolver problemas, superar
pruebas… en definitiva: actuar.
Por eso, otro
de los beneficios de los videojuegos para los niños es que, jugando, los
niños aprenden a perder antes que a ganar y a no frustrarse si quieren
lograr sus objetivos.
Los
videojuegos enseñan a los niños a ser tenaces.
La computadora
en el aprendizaje de los niños
Al igual que sucede con la
televisión, los ordenadores en sí mismos no tienen efectos positivos o
negativos. Todo
depende de cómo se utilicen. Pueden tener consecuencias muy serias si los
niños los emplean como sustituto de las relaciones e interacción social, o si
malgastan el tiempo recopilando información sobre temas poco adecuados. Sin
embargo, también pueden ser muy beneficiosos cuando se utilizan como
herramienta para aprender, crear o investigar, especialmente si se hace en
colaboración de otras personas.
Como se acaba de comentar, y a pesar de que los ordenadores
tienen importantes limitaciones, sirven para estimular gran variedad de habilidades
cognitivas en los más pequeños (a
través de la interacción del niño con distintos sonidos y elementos gráficos,
de la manipulación del ratón, de la experimentación de relaciones causa-efecto
inmediatas…), y en los que no lo son tanto. Por eso, hoy
nos vamos a centrar en los beneficios que tiene su uso, tanto a nivel
académico como social. En el próximo post describiremos los principales
problemas derivados de su empleo y haremos referencia a algunos de los aspectos
que más preocupan a los padres en lo que respecta a Internet.
Por el
importante papel que los aparatos tecnológicos tienen en nuestra vida, trabajar
y desarrollar la competencia digital de
los alumnos se encuentra entre los principales objetivos de los docentes.
Además, numerosos estudios han demostrado que el uso en el aula de determinados
softwares educativos, o programas de instrucción asistida por ordenador,
tiene considerables ventajas para el rendimiento académico de los alumnos. No
solo se ha demostrado que pueden servir para mejorar las habilidades
matemáticas, lingüísticas, comunicativas e incluso de organización de los
niños, sino que también tienen un importante efecto motivador en el aprendizaje. Los
alumnos disfrutan y se involucran más cuando los profesores utilizan
ordenadores, o cualquier otro dispositivo tecnológico, tanto para enseñar
nuevos conceptos, como para practicar los ya aprendidos (ver Shaffer y Kipp, 2010
para una revisión).
No obstante, utilizar el ordenador (o pizarra digital,
tabletas…) en el aula debe significar algo más que modificar el canal de
transmisión de la información. No se debe perder de vista que los niños son
aprendices activos, que elaboran e interaccionan con los contenidos y
materiales que les ofrecemos. En este sentido, una opción con implicaciones muy
positivas es enseñar a los niños programación. Con ello se favorece el
desarrollo del pensamiento lógico-matemático, pero también la capacidad de
hacer deducciones e inferencias, de reflexionar sobre las propias decisiones,
la motivación o la sensación de auto-eficacia.
El uso del ordenador también ofrece la posibilidad
de acceder a todo tipo de recursos gracias a Internet. La conexión a Internet
hace posible que cualquier estudiante pueda llegar instantáneamente a grandes
bancos de información, lo que minimiza las diferencias de acceso a la cultura.
También se ha demostrado que los niños se divierten buscando información de su
interés en la red. El sentido lúdico que tiene para ellos esta búsqueda,
acompañado del hecho de dedicar tiempo a la lectura de los datos o
textos recopilados, hace aumentar las puntuaciones de los niños en
pruebas de comprensión lectora, lo que repercute positivamente en su
rendimiento académico (ver Shaffer y Kipp, 2010).
Más allá del ámbito académico, el uso de los ordenadores también
puede tener importantes beneficios a nivel social. Solemos pensar que el
empleo del ordenador es una actividad solitaria, sin embargo, no tiene por qué
ser así. De hecho, el ordenador se presta perfectamente a la
realización de actividades creativas y colaborativas. Es habitual encontrar a los niños
pequeños interactuando con los elementos que ven en la pantalla, imitando los
movimientos de los personajes, respondiendo a sus preguntas u obedeciendo las
instrucciones que les dan. Además, cualquier actividad con el ordenador se
vuelve mucho más rica si se complementa con materiales manipulativos, para que
los niños puedan utilizar todos los sentidos. En el caso de los niños mayores o
adolescentes, diversos estudios han comprobado que la comunicación online con
los amigos ayuda a fortalecer las relaciones de amistad. No obstante, son
varios los peligros asociados al mal uso de las redes sociales en Internet. De
esto hablaremos en el próximo post.
de
conocimientos.
En el
cine, además, se dan muchas y muy características formas de contar las
historias. La mayoría de ellas tienen que ver tanto con el argumento como con
la manera de situar los planos, de mover la cámara y de utilizar el sonido. Analizar
la actuación de los protagonistas y muchos otros factores, que no solamente
indican cuál es el mensaje de la película o de cada secuencia, nos enseñan a
ver cine. Cuando se ve una película con elementos de juicio se le encuentra
mayor sentido.
No cabe la menor duda de que con una película en
las aulas pueden realizarse multitud de actividades. La película puede
utilizarse como medio de iniciación al lenguaje en general y al lenguaje
cinematográfico en par